
Proyecto museográfico desarrollado en el marco del programa de apoyos concertados de la secretaría distrital de cultura, recreación y deporte
El territorio que actualmente conocemos como localidad de Kennedy es un espacio que ha estado habitado desde hace miles de años. En 1992 el arqueólogo Gonzalo Correal descubrió en la Hacienda Aguazuque, ubicada entre Kennedy, Bosa y Soacha, restos humanos de más de 2700 años de antigüedad, hallazgo que da paso a la teoría del “hombre de Aguazaque”, que se refiere a los postulados sobre los primeros cazadores y recolectores en esta zona en el Haloceno temprano. En la época prehispánica estuvo habitado por comunidades del pueblo muisca. Las tierras del ahora sector suroccidental de la ciudad eran gobernadas por el cacique Techotiva antes de la llegada de los españoles a suelo americano. Es de allí que proviene el nombre territorial de esta zona de Bogotá, que en la lengua indígena quiere decir Techo-Tiba: Ciudad de Agua/Tierra de Agua.
Timiza
Carvajal
Lucitania
Margaritas
Castilla
Britalia
Catalina
En lo que ahora es el sur occidente de la ciudad, se encontraban asentamientos indígenas sobre los terrenos no inundables, espacios que ahora se conocerían como Casablanca, Catalina, Onasis, Pastranita, Perpetuo Socorro y Villa Adriana. En ese entonces los ríos Funza (Bogotá), Tunjuelito y Fucha eran grandes, anchos y con mucho caudal. Los mayores asentamientos muiscas eran en Funza y Boza (Bosa), y se encontraban varios caminos que comunicaban centros poblados con sus lugares de adoración. Uno de esos caminos es la actual Av. Dagoberto Mejía o KR 80. Otro camino de importancia es el que comunicaba a Tibsaquilo (Teusaquillo) con Funza, que corresponde actualmente a la Avenida Américas. Cuando llegaron los españoles a la sabana de Bogotá se encontraron con un territorio con grandes extensiones de humedales rodeados de vegetación y en ella se ubicaban de forma dispersa los poblados de Suba, Tuna, Tibabuyes, Usaquén, Teusaquillo, Cota, Engativá, Funza, Ontibón, Techo, Bosa y Soacha. El territorio de Techotiva era parte de la confederación de tribus de Funza teniendo como máxima autoridad al Zipa.
Osorio
El amparo
Dindalito
Tintala
Floresta sur
Roma
Villa Nelly
Los últimos muiscas que se encontraban en estas tierras se dedicaban a la agricultura, sin embargo, debido a que gran parte de la zona eran chucuas y pantanos, no era mayor la producción. Estos pueblos indígenas vivieron en el territorio de Techotiva hasta el año 1607, cuando fueron desalojados por la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, por quejas que había implantado el cura doctrinero Padre Fernán Vásquez. Los españoles sacaron a los indígenas por su poca capacidad tributaria, además cabe señalar que fueron sacados a la fuerza de sus bohíos (casas), a los cuales quemaron para que estos no pudieran volver y se asentaran donde la corona designó. Los invasores europeos impusieron su cultura a sangre y fuego y con la cruz por delante. Se humillo y saquearon las tierras americanas y a los pueblos indígenas.
Aloha
Villa de los sauces
Onasis
Patio Bonito
Palenque
El Rubi
Marsella
Tras la llegada de los españoles se repartieron todas las tierras conquistadas según el aporte de cada conquistador en su campaña, lo que incluyó el territorio de la localidad de Kennedy. Muchos de los límites de esos territorios corresponden en la actualidad a los límites de algunos barrios, a caminos y a calles que se trazaron en aquella época. En 1608 estas tierras se entregaron a la compañía Jesuita por orden del noble español Juan de Borja, con el fin de que se sacara el sustento de los religiosos en su labor de enseñanza de las comunidades nativas y de la juventud. Posteriormente Techotiva se dividió en dos grandes haciendas: Techo y Rosario. Esta ultima con el tiempo fue pasando por dueños diferentes y fueron cambiando sus nombres entre los que se destacan el Tintal, Tintalito, los Pantanos, el Juncal, entre otros. Los resguardos se eliminaron en 1850 cuando se ordenó darle a cada indígena su parte de la tierra. Sin embargo, en esa época y por el intensivo uso de las tierras, estas ya no eran inundables y muy poca productivas, así que los indígenas terminaron vendiendo sus tierras a los hacendados a muy bajo precio. A través del tiempo las haciendas pasaron de manos de españoles, a criollos, comunidades religiosas, familias hacendadas y sus herederos. Las fincas a finales del siglo XIX se dedicaban al engorde de ganado que traían del Magdalena medio, principalmente.
Valladolid
Casa Blanca
Onasis
Boita
Tundama
Tocarema
Pastrana
Con la llegada del siglo XX, la industria y la naciente ola globalizatoria tocan las puertas del territorio Techotiva. Fue así que a finales de la década de los veinte se puso en funcionamiento el Aeropuerto de Techo. Desde ese momento en la historia moderna de la ciudad de Bogotá el sector de Techo se convirtió en un referente de infreaestructura urbana, que se potenció en la década de los cuarenta con la construcción de la Av. de las Américas y el monumento de las Banderas, en homenaje a la IX Conferencia Panamericana de abril de 1948 donde surgió la OEA. La construcción de estas infraestructuras atrae a miles de familias que empiezan a ser desplazadas como efecto de la creciente ola de violencia que se desata a partir del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, empezando así un fenómeno de crecimiento urbano sin control a una escala nunca antes vista en la historia del país.
En el territorio de Techo se crearon los primeros barrios hacia el año 1950, cuando los trabajadores organizados a través de la Cooperativa de Trabajadores Ferroviarios de Cundinamarca FERROCAJA, compraron los terrenos y crearon el barrio denominado La Campiña.
En 1959 se inaugura el aeropuerto El Dorado, por lo que se clausura el aeropuerto de Techo. En el marco de este proceso de renovación urbana se planificó la construcción de un proyecto de vivienda aprovechando la infraestructura existente, el cual denominaron Ciudad Techo, respondiendo al déficit de vivienda de la ciudad que se había disparado por el desplazamiento a causa de la violencia. Así, en 1961 el presidente norteamericano John F Kennedy visitó nuestro país y con el entonces presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo, lanzaron el proyecto de vivienda de Techo, con el auspicio del programa “La alianza por el progreso”. En este proyecto se utilizó el concepto de supermanzanas, con una capacidad de 500 a 1500 viviendas, agrupadas en edificios o casas particulares.
Con el asesinato del presidente norteamericano John F Kennedy se hace un entierro simbólico en el lugar donde se había puesto la primera piedra del proyecto Techo, y la administracion distrital decide llamar a la localidad Ciudad Kennedy, logrando que el concejo de Bogotá ratificara dicho nombre para la localidad en 1967. Durante toda la segunda mitad del siglo XX se construyeron varios proyectos de vivienda en masa, y junto algunos poligonos que se desarrollaron a través de la autoconstrucción, se consolida una de las cocentraciones urbanas más grandes del pais, rondando sobre los 1.230.539 habitantes. Así entonces, este breve relato nos indica que los nombres de nuestros territorios son producto de diferentes momentos históricos, pasando del encuentro violento entre las culturas española y americana, hasta la decisión institicional no concertada de conmemorar la muerte de un presidente extranjero.
